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Comunicación política: mucho más que marketing de promesas

Más allá de estrategias políticas, se necesitan estrategias de comunicación y eso fue lo que se dejó ver en las elecciones de octubre de 2015
Por: Jhan Rivera

Hace unos meses cuando las campañas iniciaban los temas de comunicación, el líder de un partido político me solicitó que le presentara una propuesta. Al finalizar la misma me preguntó acerca de cuál era mi experiencia en temas de comunicación con campañas políticas, a lo que respondí con franqueza que no tenía ninguna y le argumenté que justamente ese era el diferenciador de nuestra compañía, porque tener consultores con experiencia en campañas políticas no siempre era garantía de éxito y que bastaba sólo con mirar atrás para ver cómo el partido había perdido fuerza, a pesar de los esfuerzos y acciones de comunicaciones que se venían haciendo con los “gurús” del marketing político que habían contratado.

El psicólogo Paul Watzlawick, uno de los padres del paradigma de comunicación del grupo Palo Alto, exponía que algo que perpetuaba un problema eran los soluciones intentadas y que, generalmente éstas eran un “más de lo mismo”. Hoy, ante los resultados de las elecciones del 25 de octubre pasado veo cómo en Cali, Medellín y Bogotá —y algunos departamentos del país— ganaron candidatos independientes, por encima de los tradicionales partidos políticos que siguen conversando sobre lo mismo y se dejan seguir viendo de la misma manera.

De hecho, en Cali ganó un empresario quien fue visto con mejor capacidad de ejecución y gestión, que un político. Otro tanto pasó en Bogotá; Peñalosa fue elegido, según la mayoría de analistas, por su capacidad de gerenciar, porque la capital necesita de un gerente. En últimas, la expectativa de los votantes era que se mostraran hechos, no solo declaraciones, lo que corrobora que, si bien la comunicación y los mensajes clave son importantes, tanto en la política como en el ámbito corporativo, siempre debe estar soportada por hechos, guardando la coherencia pertinente para que el comportamiento esperado por parte del grupo de interés sea el correcto.

Así las cosas, para las elecciones del 2018 los partidos políticos deben leer muy bien las tendencias en la comunicación a partir de los candidatos electos, especialmente los empresarios y hombres de acción. El comportamiento de los votantes está cambiando y por ende las dinámicas comunicacionales también. El ciudadano está esperando más y no necesariamente hablamos de los mensajes; hablamos también desde los hechos o lo que se comunica desde que una persona entra a la sede política de un partido: la recepción, los espacios, las piezas de comunicación y su disposición, etc.

Están a tiempo los partidos enderezar su rumbo y ver desde la comunicación cómo mejoran sus activos reputacionales. Es hora de pensar fuera de la caja. No siempre el más experimentado es el que tiene las mejores soluciones. Al fin y al cabo, como decía Albert Einstein, “Si quieres resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”.

Por: Jhan Rivera
Director Monodual
Firma consultora en comunicación
Jhan@monodual.com

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