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Análisis: Los socios que perdió el cambio

Nunca voté por Gustavo Petro, pero reconozco que algunas de sus ideas tenían sentido. Modernizar el tren nacional, apostarle al agro, acelerar la transición energética… suenan bien, y Colombia necesita ese tipo de apuestas. Pero las buenas ideas no bastan: necesitan aliados, ejecución y confianza. Y ahí falló el gobierno del “cambio”.

Jhan Rivera – Socio Director – Nodo Comunicaciones

El presidente no construyó alianzas, las rompió. Sospechó del sector privado, desacreditó a los gremios, minimizó a las regiones y se rodeó de sí mismo. Gobernó en solitario, como si el país fuera una cruzada personal. Resultado: iniciativas estancadas, promesas incumplidas, frustración acumulada.

Un caso que me duele particularmente es el de Obras por Impuestos, una política que funciona. Desde 2018, las empresas pueden pagar parte de su impuesto de renta ejecutando proyectos de impacto en zonas afectadas por el conflicto o la pobreza. No es filantropía: es desarrollo eficiente, donde gana el Estado, gana la comunidad y gana el sector privado. Pues bien, entre 2018 y el primer trimestre de 2025, se han ejecutado más de 409 proyectos en 264 municipios, con una inversión que supera los $3 billones de pesos, según el Ministerio de Hacienda y la Presidencia.

Solo en 2024, bajo este mismo gobierno, se aprobó un cupo récord de $1 billón de pesos en 157 proyectos, con la participación de más de 100 empresas en 170 municipios PDET y 344 ZOMAC. ¿Por qué no se visibiliza esto más? Porque no se alineaba con el discurso de sospecha permanente hacia el empresariado. Porque en vez de fortalecer esta alianza, el gobierno prefirió tomar distancia, lanzar decretos que afectaron la estabilidad tributaria y dejar que la desconfianza se impusiera.

No lo digo por ideología. Lo digo porque me preocupa que tantas oportunidades de impacto real se estén desperdiciando por no saber trabajar con otros. El desarrollo de Colombia no se decreta desde un atril, se construye sumando voluntades, talento, inversión y capacidad técnica. Y el presidente Petro decidió restar.

Ahora, el país está frente a una oportunidad: recomponer la confianza. Será tarea del próximo presidente volver a convocar a los socios del desarrollo. Porque los empresarios no son enemigos. Son parte de la solución. Y si hay algo que este país necesita con urgencia, es liderazgo con capacidad de diálogo, sensatez y visión compartida.

En lo personal, me identifico con figuras como Juan Manuel Galán. No porque tenga una varita mágica, sino porque representa lo que este gobierno no fue: equilibrio, respeto institucional, capacidad de escucha y de unir sectores distintos por un mismo objetivo. Y eso, en este momento, no es poca cosa.

Petro nos deja una lección: Los grandes sueños no se construyen solos… y si alguno de los precandidatos o candidatos que tiene la presidencia realmente quiere cambiar o transformar este país debe saber que hay confianza por reconstruir con el sector privado porque son grandes aliados apara sacar adelante sus iniciativas. 

Las estrategias de comunicación política en estos tiempos electorales y de retos para el país requieren campañas de alto impacto con gestión reputacional del candidato que apunten a movilizar causas de los colombianos en nodo sabemos hacerlo consúltanos!

Fuente: https://elfrente.com.co

jhan@nodocomunicaciones.com